ESTADOS UNIDOS FORTALECE SU POSICIÓN EN DAKHLA

ESTADOS UNIDOS FORTALECE SU POSICIÓN EN DAKHLA EN MEDIO DE UNA ACTIVIDAD ECONÓMICA Y DIPLOMÁTICA SIN PRECEDENTES

Estados Unidos está consolidando estratégicamente su posición en el Sáhara marroquí mediante un compromiso reforzado con la región de Dakhla-Oued Eddahab, combinando una agenda diplomática de alto perfil con una exploración activa de oportunidades económicas. Esta doble estrategia, materializada en una serie de visitas recientes de delegaciones oficiales y empresariales, marca un hito en la relación bilateral entre Washington y Rabat.

El componente diplomático está liderado por la Embajada estadounidense en Marruecos. Una delegación encabezada por Nicholas Barnett, Consejero de Asuntos Públicos, se reunió en Dakhla con autoridades locales, como el Presidente del Consejo Comunal, Raghib Hormatallah. El propósito de estos encuentros fue examinar los proyectos de desarrollo en curso y fortalecer la asociación entre ambas naciones.

Esta iniciativa no es un hecho aislado. Se enmarca en el proyecto de apertura de un consulado estadounidense en la ciudad, un plan anunciado originalmente por el presidente Donald Trump en 2020. Después de una pausa durante el inicio del gobierno de Biden, el proyecto ha recuperado impulso tras su regreso a la presidencia en enero de 2025. Altos funcionarios, como el subsecretario de Estado adjunto Christopher Landau, han reiterado el interés de Washington en impulsar inversiones, tanto públicas como privadas, en la zona.

Inversores sobre el Terreno

De forma paralela a la actividad gubernamental, una delegación de empresarios de Great Neck, Nueva York —ciudad hermanada con Dakhla— realizó una visita de campo para evaluar el potencial económico de la región.

Los inversores, entre los que se encontraban Lior Cohen y el especialista en salud Edwin Cohen Azarkian, inspeccionaron infraestructuras clave como el puerto de Dakhla Atlántico, granjas agrícolas, proyectos de acuicultura y complejos industriales. Ambos destacaron las «condiciones favorables» y el «notable dinamismo» de la región como motivos clave para explorar oportunidades de negocio y establecer colaboraciones con socios locales.

En reuniones con el Wali de la región, el gobernador de la provincia y representantes de la Confederación General de Empresas de Marruecos (CGEM), se presentaron a la delegación las ventajas competitivas de Dakhla, los proyectos en desarrollo y las oportunidades en sectores considerados de alto crecimiento.

Una Estrategia Integral

La estrategia de Estados Unidos parece ser multifacética. Además de las reuniones de alto nivel y la prospección comercial, la visita diplomática incluyó un componente de «poder blando», con un encuentro con estudiantes que utilizan el nuevo programa educativo para aprender inglés, evidenciando una cooperación que va más allá de lo económico y político.

La coincidencia en el tiempo de estas misiones —diplomática y comercial— no es casual. Refleja una política deliberada de la administración Trump de normalizar y afianzar la presencia estadounidense en un territorio sobre el cual reconoció la soberanía marroquí en 2020. Para Marruecos, este compromiso supone un respaldo crucial a su postura sobre el Sáhara y un catalizador para el desarrollo de sus provincias del sur. Para Estados Unidos, significa consolidar a un aliado estratégico en el norte de África y acceder a un centro económico emergente con proyección atlántica. El nombre de Dakhla gana cada vez más resonancia en los círculos de poder de Washington y en los mercados de Nueva York, perfilando un nuevo mapa de influencia y oportunidades.