MARRUECOS-UE: LA REFORMA DEL ACUERDO AGRÍCOLA CONSOLIDA LA SOBERANÍA MARROQUÍ Y ABRE NUEVAS PERSPECTIVAS

Fue en la capital europea Bruselas, donde Marruecos y la Unión Europea oficializaron, este viernes, una revisión importante de su pacto agrícola. La firma de este anexo, fruto de una «asociación y un compromiso», impulsa de nuevo los históricos intercambios comerciales entre las dos partes y marca un punto de inflexión en el reconocimiento económico de las provincias saharianas del Reino.
Una extensión notable de las preferencias arancelarias
La enmienda introduce una innovación crucial: la confirmación de que las ventajas aduaneras concedidas por la UE a Marruecos en el marco de su Acuerdo de Asociación se extenderán a las provincias del Sur. A partir de ahora, los productos agrícolas procedentes de las regiones de Laâyoune-Sakia El Hamra y Dakhla-OuedEddahab disfrutarán de las mismas facilidades de acceso al mercado europeo que los del Norte del país.
Para garantizar una perfecta trazabilidad y valorar el terruño de origen, se establecerá un sistema de etiquetado específico para estas dos regiones. Esta disposición, más allá de su aspecto práctico, tiene una fuerte dimensión política, materializando de manera concreta la integración de estos territorios en el espacio económico nacional.
El Sáhara marroquí, un cruce de caminos de futuro confirmado
Este nuevo acuerdo refleja el creciente atractivo del Sáhara marroquí a ojos de los actores regionales e internacionales, que lo ven cada vez más como un polo de estabilidad y una puerta de entrada estratégica entre Europa y África. Varios indicios recientes dan fe de ello: el llamamiento de Estados Unidos a favor de las inversiones estadounidenses en el Sur, la próxima celebración del Foro Económico Marruecos-Francia en Dakhla, o los compromisos de la agencia británica UK ExportFinance.
Esta dinámica positiva se enmarca en la visión del Rey Mohammed VI, quien ha trabajado constantemente para hacer del Sáhara marroquí una plataforma de desarrollo, conectividad y prosperidad compartida.
Se esperan beneficios económicos tangibles
A nivel interno, el acuerdo anuncia importantes repercusiones socioeconómicas. Catalizará el desarrollo de las regiones del Sur al estimular las inversiones, generar nuevos proyectos e intensificar los flujos comerciales. Pilar de la economía, se espera que el sector agrícola registre un crecimiento acelerado, con un impacto directo en la creación de empleo. El balance ya es elocuente: más de 150.000 puestos de trabajo creados en las provincias del Sur en 2022, a los que se añadirán cerca de 49.000 en un futuro próximo.
Una asociación estratégica reforzada
Con un volumen de intercambios anuales que supera los 60.000 millones de euros, Marruecos conserva su estatus de primer socio comercial de la UE en África y en el mundo árabe. La conclusión de este anexo refuerza la confianza mutua y consolida una asociación antigua y multifacética.
El Rey Mohammed VI no ha cesado de promover una asociación arraigada en lo concreto y la diversificación. La cooperación entre Marruecos y la UE va, efectivamente, mucho más allá de los ámbitos puramente agrícola y comercial para abarcar sectores tan variados como el político, el social, el medio ambiente, las migraciones, la seguridad, lo digital y la cultura.
Los cimientos de una ambición compartida para el mañana
Al clarificar las condiciones de acceso al mercado europeo para los productos procedentes del Sáhara marroquí, este acuerdo disipa los últimos desacuerdos y traza el camino hacia una cooperación más estructurada y audaz. Establece las bases para una asociación estratégica más profunda, destinada a orientar las relaciones entre Marruecos y la Unión Europea en las próximas décadas.
Más que una simple adaptación técnica, la revisión del acuerdo agrícola Marruecos-UE encarna así una visión común del futuro, construida sobre los principios de estabilidad, prosperidad y una confianza renovada.