EL REY MOHAMMED VI IMPULSA UNA REVOLUCIÓN FERROVIARIA EN CASABLANCA

Para revolucionar la movilidad de millones de personas y liberar a Casablanca de su denso tráfico, se ha puesto en marcha un ambicioso proyecto ferroviario con una inversión de 18.000 millones de dírhams. Esta iniciativa estratégica, lanzada bajo el liderazgo del Rey Mohammed VI, dotará a la capital económica de Marruecos de infraestructuras modernas y sostenibles para el futuro.
Una inauguración real para un proyecto estructurante
Fue con gran pompa que el Soberano inauguró las obras de este vasto programa, centrado en la modernización y extensión de la red de la línea Al Bidaoui (Casablanca-Settat). El evento, reportado por todos los medios nacionales y seguido por la prensa internacional, subraya la importancia capital de este proyecto para el desarrollo del Reino. El objetivo es claro: hacer del tren el modo de transporte cotidiano para los habitantes de la gran región de Casablanca, mejorando radicalmente la calidad del servicio.
La nueva estación Casa-Sur, pieza clave del dispositivo
En el corazón de este programa se encuentra la construcción de una nueva estación ultramoderna, «Casa-Sur». Presentada como una «estación de nueva generación», será mucho más que un simple punto de embarque. Concebida como un verdadero polo de intercambio multimodal, integrará conexiones fluidas con las líneas de tranvía, autobús y los futuros proyectos de transporte. Su ubicación estratégica, en Hay Hassani, permitirá abrir los barrios del sur de la ciudad y reducir significativamente el tiempo de viaje de los usuarios.
Según las precisiones proporcionadas, esta estación futurista ofrecerá servicios ampliados: comercios de proximidad, espacios de coworking, wifi de alta velocidad y una arquitectura centrada en el desarrollo sostenible y la comodidad de los viajeros. Se enmarca en una lógica de «servicio de proximidad» para facilitar la movilidad de miles de personas.
Modernización completa y objetivos cifrados
El proyecto no se limita a una nueva estación. Abarca una transformación profunda de lo existente:
- Modernización de las estaciones Casa-Viajeros y Oasis: Estas dos estaciones principales de la red serán renovadas por completo para alcanzar los mismos estándares de calidad y servicio que Casa-Sur.
- Adquisición de 28 nuevos trenes: Se pondrá en servicio una flota moderna y con mayor capacidad para garantizar frecuencias más elevadas y una mejor comodidad.
- Duplicación de la capacidad: La Oficina Nacional de Ferrocarriles (ONCF) prevé un aumento del número de viajeros, con el objetivo de pasar de 100.000 a 200.000 usuarios por día de aquí a 2030.
- Mejora del rendimiento: Se reducirán los tiempos de viaje, con, por ejemplo, una conexión directa y rápida entre Casa-Viajeros y el Aeropuerto Mohammed V.
Un impacto económico, social y ecológico mayor
Las repercusiones de este megaproyecto son múltiples. En el plano económico, ya está generando miles de empleos directos e indirectos durante la fase de construcción. A largo plazo, al fluidificar los desplazamientos, reforzará el atractivo económico de la región y mejorará la productividad.
Socialmente, debe ofrecer una alternativa fiable, cómoda y asequible al coche privado, mejorando así el día a día de los ciudadanos. Ecológicamente, la transferencia modal hacia el tren, un medio de transporte poco contaminante se inscribe plenamente en la estrategia marroquí de transición energética y desarrollo sostenible.
Una visión real para la movilidad del mañana
El lanzamiento de este programa ferroviario se inscribe en la continuidad de la visión lúcida de SM el Rey Mohammed VI para las infraestructuras de transporte en Marruecos. Después del TGV Al Boraq, que revolucionó los desplazamientos de larga distancia, le toca ahora a la movilidad urbana y periurbana dar un salto cualitativo histórico. Este proyecto confirma la voluntad del Reino de dotarse de infraestructuras de clase mundial, capaces de responder a los desafíos de una metrópoli en pleno crecimiento y de acompañar su desarrollo futuro.
Con este plan ferroviario, Casablanca no solo se está descongestionando; se está preparando para las décadas venideras, apostando por una movilidad inteligente, sostenible e inclusiva.